Pasar al contenido principal

[OPINIÓN] El abuelo se disfraza de diablo... Por Kisco Copado

Ya parece que suenan coplillas por los locales de ensayo, se puede decir que nada más que nos comamos los mantecados, estaremos oficialmente en Carnavales, pero por ahora a un servidor (Que este año no sale cantando) le está pareciendo ver de diferente manera este comienzo de reuniones, ensayo y demás.

Como que se ve de diferente manera la cosa desde otro punto de vista (Porque ese término de ver los toros desde la barrera lo veo muy feo utilizarlo para esto) como que le entran ganas a uno de criticar, pero siempre constructivamente, eso sí, le entran a uno ganas de colocarse el disfraz de malo, ese disfraz de diablo, y repartir a “tó quisqui”.

Con lo fácil que es esto y lo complicado que lo hacemos, ya lo dije una vez y no me canso de repetirlo.-El Carnaval es una fiesta hecha por el pueblo para el pueblo-

Ahora que parece que se está intentando hacer las cosas bien (Ejemplo claro es la tagarniná del año pasado) escuchando todas las opiniones, reuniendo las ideas de cada agrupación, vamos que no, que parece que queremos hacer un Carnaval a nuestra forma y manera, o lo que es peor, pasando de todo.

Si la gente lo que tiene que hacer es acudir a las reuniones y es su bien, porque luego se deciden cosas importantes para todos,  pero como yo falté y no estoy de acuerdo con lo que se decidió, “po” a dale a la “singüeso”, pero bueno, ya vendrá la reunión donde se hable de subvenciones y acudirá como un oso a un panal de miel. Una preguntita:

¿Si se quitaran las subvenciones a las agrupaciones? ¿Qué pensáis que pasaría? 

Sí, podéis pensar que estoy tirando piedras sobre mi propio tejado, pero es que actuando como algunos actúan o actuamos, también lo hace.

A veces pienso que debería devolver el Carnaval a como era antes, que tenías que pedir o mejor suplicar con un escrito una subvención al ayuntamiento, ese tiempo en el que tenías que entrar a los bares pidiendo permiso para cantar, ese Carnaval donde no existían escenarios, donde cada uno se buscaba las habichuelas como podía. Pero luego, me doy cuenta todo lo que tuvieron que luchar esos hombres y mujeres, para que nuestra fiesta esté hoy donde está y me arrepiento.

Bueno igual que casi me arrepiento de ponerme este macabro disfraz que me ha hecho escupir tanto veneno como una serpiente con su lengua viperina sobre mi cara, me voy a quitar estos cuernos de diablo que se me han incrustado y me han hecho encabronarme hasta conmigo mismo. ¿Pedir perdón? No, porque si pedirme perdón a si mismo lo veo muy feo, al que se haya ofendido menos, y es que ya sabéis, que en esto de los tipos hay que meterse muy bien en el papel.