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Entrevistamos al Pregonero 2017: Carlos Azogue

"ES UN ORGULLO INMENSO QUE LOS CARNAVALEROS DEPOSITEN EN MÍ LA CONFIANZA PARA QUE DÉ EL PREGÓN DE CARNAVAL"

Domingo 20 de noviembre de 2016, el día amanece gris, incluso caen algunas gotas. Hemos quedado a las 12:00 con Carlos Azogue en “los bungalows de la Atalaya”. Llegamos a la hora, quizá 5 minutillos tarde, el tiempo del cigarro. Carlos está junto a Álex preparando cositas para el pregón, nos acomodamos, y tras una pequeña charla comenzamos con la entrevista.

Cuéntanos sobre tus orígenes. Ya sabemos que eres chirigotero, pero también has salido en comparsa.

Todo el mundo tiene un pasado oscuro en su expediente, y yo tengo dos manchas, de dos años que he salido en comparsa. Una fue en la Antología que sacó Alfonso Luna en 1998. Y la otra fue en 2012 con la comparsa “Los Indignaos”. Yo digo lo de las manchas de broma, porque como soy chirigotero… Llevo desde 1989, que fue mi primer año. Tuve la suerte de que fue el último año que se cantó en el Teatro Central, que olía a rancio y a polillas, pero tenía su encanto. Fue con la chirigota “Los Villardones”, que ensayábamos detrás de la ermita de Jesús. El maestro era Luis “el Comino” y el director Antonio “Caracabra”. También estaban Pepe de Felipe, el “Mollete”, “Pajote”, en definitiva, un buen elenco. En 1991 conocimos al “Chiquitín” y al “Presi” en un ensayo, y ahí fue cuando empezó a fraguarse la chirigota del “Chiquitín” y mía.

En esto que Carlos hace una llamada a Paco Lozano “El Chiquitín” para refrescar un poco la memoria, y a los pocos minutos, aparece en escena, haciéndose un hueco para realizar varios aportes. Nos hace un repaso por la trayectoria de ambos y nos cuenta varias anécdotas.

¿Puedes contarnos alguna anécdota que recuerdes de tu trayectoria como chirigotero?

¿Anécdotas? Muchísimas. Así que recuerde especialmente, por ejemplo la del primer año que salimos con los “marineritos” que no nos dejaban cantar con los mayores. Pero como había una agrupación infantil, querían hacer un festival infantil. Y nosotros que llevábamos ya letras más de mayores… Formamos una en la puerta…  Ahí fue cuando yo conocí a Jerónimo “Pecholata” o Jeremy Iron en inglés (risas), que no nos dejaba entrar, y le cogí una tirria al principio…(bromea)

También os puedo contar que el año de la Antología,  el domingo de Carnaval me quedé dormido. Alfonso Luna estaba tan pletórico ese año… Nos fuimos por ahí, estuvimos en el baile hasta tarde. ¡Ojo! que yo todos los años me acuesto temprano ese día, pero ese año estuvimos en el baile hasta por la mañana, y me quedé dormido. Me dieron una que quedó para los restos, menos mal que el director también faltó. Es el único año del que tengo ahí una espinita clavada.

Y otra vez, cuando ensayábamos en la casa vieja de Antonio… Al tiempo, cuando hicieron la obra apareció por dentro de las paredes el sujetador de las “misses”. Las ratas se habían comido el disfraz, y haciendo la obra apareció por dentro de la pared.

¿Qué es lo que más te gusta de los carnavales?

Los ensayos me gustan mucho. El que es carnavalero sabe de lo que hablo, se disfruta mucho de los ensayos. Y después ver que tras todo el trabajo realizado, la cosa sale bien y da sus frutos. Disfrutar la calle. Nosotros hemos sido callejeros siempre, pero también nos ha gustado el teatro. Se disfruta en el teatro el hecho de que puedan escucharte tus padres tranquilamente, todo tiene su sitio y no considero que haya que centrarse sólo en la calle.

¿Y lo que menos?

Lo que menos me gusta es la facilidad que tenemos los propios carnavaleros para ponernos trabas. A veces nos liamos nosotros mismos por cosas que no tienen importancia, y las cosas verdaderamente importantes las ignoramos y las pasamos por alto. Con esto no quiero decir que todo lo hagamos mal, pero tenemos esa facilidad de echar por tierra las ideas de los demás, cuando son cosas que quizá no se le deberían dar tanta importancia.

Un tema controvertido que siempre está a la orden del día en nuestro Carnaval: ¿qué opinas acerca de las subvenciones a las agrupaciones?

Si está la posibilidad ¿por qué no? No estamos hablando de subvenciones millonarias ni que sirvan para ganar dinero con el Carnaval. Al fin y al cabo es una ayudita que se le da a las agrupaciones, y hay tantas partidas presupuestarias para otras fiestas y otros temas culturales en las que no veo la “rebeldía” de decir “no, pues a nosotros no nos hace falta, no la queremos cobrar”. Realmente nunca ha hecho falta, porque con las cositas que vamos realizando las agrupaciones… Que si las cuotas, que si las papeletas,… Pero es un dinero que está para eso, para ayudar a las agrupaciones a salir. Hay años en que, porque el tipo lo requiere, los disfraces son muy elaborados y esa ayuda no viene mal para cubrir gastos. En mi humilde opinión, no lo veo mal.

¿Cómo has visto evolucionar el Carnaval desde que comenzaste a salir en 1989?

Yo he vivido, digamos, dos épocas distintas en el Carnaval. Antes sólo había dos agrupaciones: la de San Francisco y la del Rancho. Siempre se decía que el Carnaval en Morón era otra cosa, algo diferente, que se centraba en la calle. Pero creo que hay que ir adaptándose a los tiempos. Vivimos en un pueblo de relativamente pocos habitantes y están saliendo unas 15, y algunos años hasta casi 20 agrupaciones a la calle, mucha gente nueva que empieza a participar, y esto es un gran avance para el Carnaval de Morón. Es cierto que produce cierta morriña acordarte de lo que era antes y querer que fuese como antiguamente, pero vamos evolucionando con los años, y eso es bueno para nuestro Carnaval. Yo creo que es bonito que haya tanta variedad de opiniones entre conservar el “estilo” de siempre e innovar, ya que esto produce mucha riqueza y diversidad en nuestras agrupaciones y engrandece el Carnaval. Si todas las agrupaciones conservaran un mismo estilo sería todo muy monótono. Que cada uno haga lo que quiera, en el Carnaval proclamamos libertad y a veces somos nosotros mismos los que queremos cortarnos las alas.

El año pasado se introdujo una novedad importante en la organización del Carnaval con la nueva Federación (FEPAC). ¿Qué opinas y qué le recomendarías a la FEPAC?

En principio lo veo genial. Siempre hemos luchado porque sean los carnavaleros los que organicemos nuestra fiesta. Y ahora que ha habido personas que han cogido el timón del barco, me parece estupendo que haya un grupo de personas que lleven todo esto para adelante, me parece un lujo. En cuanto a recomendarles, no me veo en posición de recomendar nada porque no soy nadie para ello y lo están haciendo genial. Lo único, decirles que me parece perfecto que se incluyan novedades y se prueben cosas nuevas, como la Tagarniná el año pasado. Habrá cosas que gusten más, otras que menos, pero que si no probamos nunca sabremos si estarán bien o no. En definitiva, que no se quede nunca nada en el aire.

¿Algo que decir sobre la relación política – carnavales?

Todos los años hemos tenido la mala suerte de que los políticos que nos han estado gobernando en ese momento, no le han dado al Carnaval el sitio que se merece. Aún hoy, no se le da importancia suficiente en relación a la cantidad de gente que el Carnaval mueve en Morón. Ahora parece que se ha dado un pasito, pero no deja de ser una cortina de humo: “los carnavaleros organizáis el Carnaval”, pero al fin y al cabo, el presupuesto se mantiene. Que no nos vendan “el oro y el moro” porque la fiesta sea organizada por carnavaleros, porque lo que están haciendo es quitarse el trabajo y el peso de encima. Yo creo que el Carnaval siempre se ha visto con ojos diferentes a otras fiestas y actos culturales que se realizan en Morón, y no se dan cuenta de que sería magnífico para el pueblo potenciar una fiesta con tantos seguidores y que se tiene, digamos, olvidada.

¿Qué te parece la idea de que se saque el Carnaval de Morón fuera de la localidad?

Realmente siempre se ha hecho. Nosotros hemos participado otros años en muchos pueblos en los que apenas había Carnaval, y es algo que se viene haciendo desde hace mucho tiempo. Este tema es como el del concurso, un tema tabú aquí en Morón. El Carnaval de Morón siempre se ha caracterizado por ser muy callejero, pero un concurso en Morón creo que no vendría mal. Luego que se presente el que quiera y el que no, pues nada. Pero creo que repercutiría positivamente: vendrían a concursar agrupaciones de otros pueblos, también vendría más gente de fuera a conocer nuestro Carnaval, sería un gran atractivo turístico para Morón. Desde mi humilde opinión, creo que con un concurso se reconocería desde fuera el Carnaval tan fantástico que tenemos aquí. Insisto, hay que adaptarse a los tiempos.

¿Qué nos puedes contar del Pregón?

El pregón es un marrón (bromea). Se han dado ya tantos pregones y se han dicho tantas cosas de Morón que no sabe uno cómo enfocarlo (risas). Yo lo voy a hacer a mi forma, me lo voy a llevar a mi terreno, haciendo algunas críticas, incluso contando la historia de Morón a mi manera,… y hasta aquí os puedo contar.

¿Qué sentiste cuando te propusieron pregonar el Carnaval de Morón?

Sentí una emoción grandísima. Aunque sabía que más tarde o más temprano llegaría el momento, es un orgullo inmenso el que los carnavaleros depositen en mí la confianza para que dé el pregón de Carnaval.

Si tuvieras que elegir un pregón de todos los que has vivido, ¿con cuál te quedarías?

No sabría deciros con cuál quedarme porque todos han tenido su cosa, y todos hechos con corazón. Me gustaron mucho los de "El Chiquitín", Alfonso Luna y Antonio Escobar, pero si tengo que elegir alguno, me quedo con el de Doña Paca (risas).

¿Quién te gustaría que algún año fuese pregonero?

Hay muchísima gente que me encantaría que diesen un pregón. Por ejemplo, Isa (González), que más tarde o más temprano tendrá que darlo. Pero no me cerraría a decir una sola persona, hay mucha gente capacitada para ello: Álex Pérez, Juan Luis, Pepe de Felipe, Juani de “Los Desentonaos”, etc.

Y como insignia de oro, ¿a quién propondrías?

Sobre este tema voy a profundizar en mi pregón. Creo que siempre nos hemos centrado en “premiar” a las cabezas visibles, cuando hay muchísima gente que lo ha dado todo por los carnavales pasando desapercibida y a los que nunca se ha reconocido. Quizá ellos más que nadie merezcan este reconocimiento.

Aprovecha para invitar a los carnavaleros a tu pregón.

Simplemente decirles que el día 12 de febrero hay que ir al pregón. No porque sea yo, ni mi persona, sencillamente porque es el pistoletazo de salida de los carnavales de Morón. Y este es el día en el que se parte para nuestra fiesta grande. Y nada, que lo voy a hacer con toda la humildad del mundo y allí os espero.

Álvaro Valiente // Ricardo Oliva